En Chile, desde el año 2013, se
implementó el aumento de horas semanales de Educación Física en el primer ciclo
escolar (de primero a cuarto básico) y también se modificó el nombre de la
asignatura a “Educación Física y Salud”, centrándose en tres ejes primordiales:
desarrollo de habilidades motrices, fomento de
una vida activa y saludable, y un espacio de seguridad, juego limpio y
liderazgo. Fue un gran logro a nivel nacional, beneficiando tanto a
estudiantes como a profesores del área. Uno de los principales objetivos de
este aumento de horas, era combatir la obesidad infantil, que cada año se
incrementaba aún más. Por el contrario, en el segundo ciclo escolar (de quinto
a octavo básico) no se produjo ningún cambio significativo en relación al
aumento de horas en la asignatura de Educación Física. Sólo se sumó – y Salud –
al nombre del ramo. Ahora bien, ¿qué sucede con estos niños de segundo ciclo, que
solo realizan dos horas educación física a la semana? Sabiendo de antemano, que
son sólo 90 minutos reales de ejecución de la asignatura, y no 120 minutos como
muchos creen. Si a lo anterior le sumamos una mala ingesta de alimentación, reflejado
en que no les gusta almorzar en la escuela, decidiendo comer en sus casas pasado
las 17.00 pm., en donde sus madres le cocinan comidas que a ellos(as) les gusta,
como las “chatarras” y las menos nutritivas. Entonces, ¿cómo va a disminuir el
índice de obesidad, si éstos niños (as) no mantienen una vida saludable, tanto
en la alimentación como en la actividad física regular? Es por lo anterior, que
es de suma importancia acrecentar también las horas de Educación Física para
los niños de quinto a octavo básico, puesto que a esta edad están en pleno desarrollo
de la pubertad, donde le cuerpo presenta cambios significativos y es necesariamente
importante la práctica de actividad física en forma frecuente.
Considero que
aumentando las horas de educación física no va a disminuir la obesidad en Chile,
como las autoridades así lo exigen. Es un trabajo en conjunto. Los valores
provienen desde la casa, y si no se alimentan correctamente en sus hogares, es
muy difícil cambiar su estilo de vida alimenticio. Además, por la carencia de actividad
física en la escuela, los niños se ponen más sedentarios y sin ganas de hacer
ejercicio físico sobre todo en esta edad. Es por lo anterior, que es preciso
darles más horas a estos niños y niñas en Educación Física en las escuelas,
para así fomentarles, nosotros profesionales del área, aún más el hábito de que
la práctica de actividad física, los beneficiará en todos los aspectos del ser
humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario