domingo, 21 de junio de 2015

Actividad Física, un hábito no adquirido en nuestra sociedad.

 La inactividad física se debe comprender como no lograr la cantidad o umbral mínimo (minutos, tiempo, frecuencia, intensidad, etc.) de ejercicio físico propuesto por diversas organizaciones, la OMS por ejemplo recomienda realizar 1 hora al día como mínimo actividad física de moderada a vigorosa en niños y 150 minutos a la semana como mínimo en adultos para lograr beneficios en la salud; con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias, musculares, la salud ósea, reducir el riesgo de ENT y  la depresión en adultos.
Además debemos diferenciar el término sedentario de inactivo físicamente. Sedentarismo debe ser comprendido como pasar demasiado tiempo en comportamientos sedentes caracterizados por tandas de reposo prolongado, mínimo movimiento o gasto energético (<1,5 Equivalentes Metabólicos o METs; sentado, viendo televisión, leyendo, conduciendo).
Sin lugar a dudas, la realización de actividad física trae consigo diferentes beneficios en la calidad de vida relacionada con la salud de las personas, siendo una de las mayores dificultades el adoptar hábitos que permitan ir introduciendo en su manera de vivir, pautas de conductas, que, tanto individual como colectivamente y de forma cotidiana, mejoran su calidad de vida.

      Efectos positivos de la AF
Beneficios de la AF en adultos                         Fuerte evidencia

• Todas las causas de mortalidad          • Incremento de la capacidad aeróbica y muscular         
• Enfermedad coronaria                          • Mejora la composición corporal
• Presión arterial                                      • Mejora la salud ósea
• Infarto                                                     • Mejora la capacidad funcional
• Síndrome metabólico                           • La capacidad cognitiva
• Diabetes tipo 2
• Cáncer de mama
• Cáncer de colon
• Depresión
• Caídas
                                                                                                                                                                    I-Min Lee, et al., 2012. The Lancet.

Por el contrario, la inactividad física conlleva aspectos perjudiciales para la salud que han llevado a considerarla como una enfermedad o unos de los principales factores de riesgo modernos por algunos autores.

      Inactividad física y sedentarismo

• Es un importante contribuyente a la mortalidad y discapacidad por ENT en todo el mundo (Das y  Horton 2012).          
• Causa entre 6-10% de las muertes por ENT (Lee I-M et al., 2012).
• Responsable del 9% la mortalidad prematura en el mundo (WHO, 2011) (Dato, 2008)
• Causa tantas muertes como el tabaco (WHO, 2009).
 Das y Horton, 2012.


Si hay estudios científicos con evidencia fidedigna sobre los efectos negativos que acarrea la inactividad física en la salud, y se ha hecho énfasis con mayor fuerza este último tiempo en las políticas nacionales sobre este problema por medio de los distintos medios de comunicación poniendo particular atención en que nuestro país es uno de los más inactivos físicamente en donde solamente un 17,3% de la población de 18 años o más practica actividad física y un alarmante 82,7% no lo hace. 



           Entonces, la pregunta lógica es ¿Por qué  las personas no realizan AF?, según los resultados de la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes en la Población Chilena de 18 años y más, llevada a cabo por la Universidad de Concepción en el año 2012, las principales razones son: Falta de Tiempo Libre un 25,8%, Falta de Formación y Hábitos un 22,4%, Falta de Recintos Deportivos un 21,9% y Falta de Interés un 20,2%.




Respecto a la falta de tiempo libre, una de las principales problemáticas es la carga horaria de trabajo en nuestro país, que se encuentra entre las mayores a nivel mundial y que muchas veces priva a las personas de poder realizar AF regularmente.


           Lo anterior se reafirma al preguntar las razones que los llevaron a abandonar la práctica de actividad física o deportiva. Así, la principal razón observada para el abandono del hábito es el integrarse a un trabajo, con un 27,2%.





La falta de tiempo ha llevado a distintos autores a reformular los parámetros mínimos de actividad física, desarrollando nuevas tendencias principalmente enfocadas a reducir el volumen de ejercicio pero aumentando considerablemente la intensidad en que estos se realizan (> 80% de la frecuencia cardíaca máxima teórica) como son los ejercicios de alta intensidad (HIT) y los ejercicios intermitentes de alta intensidad (HIIT). 


         Respecto a la falta de hábitos en la práctica de AF, se vivencia una influencia positiva del circulo más cercano de la persona, siendo la primera opción no especifica (otros), pero luego con un 18,9% señala a amigos, seguido del padre, con un 15,9%.


           Para finalizar quedan abiertas 2 grandes preguntas: ¿ Si se optimizaran los tiempos de trabajo habría una mayor adhesión a la practica de AF? y ¿Es posible cambiar los hábitos de una persona si no fueron adoptados en la infancia y si sus cercanos no los tienen adquiridos?



Para lo anterior, la sociedad debe hacerse participe de la promoción de la salud que “Es un proceso mediante el cual las personas, familias y comunidades logran mejorar su nivel de salud al asumir un mayor control sobre sí mismas. Se incluyen las acciones de educación en prevención y fomento de la salud, donde la población actúa coordinadamente a favor de políticas, sistemas y estilos de vida saludables, por medio de la abogacía, empoderamiento y construcción de un sistema de soporte social que le permita vivir más sanamente (OMS, 1986)”.



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