El buen vivir o Sumak kawsay
proveniente de la lengua Quechua, es una
expresión de hace muchos años que representa la cosmovisión de pueblos
altiplánicos. El buen vivir hace
referencia a una propuesta en donde el ser humano forma parte de un sistema que
funciona en equilibrio tanto con la naturaleza como con otras personas, buscando lograr un equilibrio entre las necesidades
fundamentales de la humanidad y los recursos disponibles para satisfacerlas. Es
en los recursos disponibles en donde se pone hincapié, ya que el ser humano
funciona en un entorno natural por lo que la destrucción de este entorno no
significa un buen vivir sino que un daño para este equilibrio, por lo que se debe buscar una armonía tanto
consigo mismo, con otras personas y con el entorno.
El buen vivir no pertenece o se
basa en un grupo o sector social si no
que es un término para la generalización y la especificación de cada grupo,
comunidad o sociedad. Es aquí donde se habla de una propuesta en permanente
construcción ya que parte de la idea de una diversidad cultural y social la
cual se enriquece a partir de la fraternidad, las relaciones entre la persona, la comunidad
y el entorno buscando la armonía en la convivencia y formas de vivir en la
cotidianidad. Actualmente esta propuesta de construcción permanente está siendo
más bien destruida ya que la sociedad actual no está buscando el buen vivir si no que busca el crecimiento
individual, la capitalización, el consumo y la competencia.
Es cierto que en toda cultura o
sociedad existen diferencias, conflictos o discusiones y el buen vivir no niega
esta existencia si no que plantea que pueden ser superados estos obstáculos por
medio de la colectividad, fraternidad, cooperación y compromiso individual y grupal.
No podemos definir de una sola
manera el buen vivir ya que no es una expresión que pueda ser encasillada en
una definición sino que es algo mucho más amplio y variado que está determinado
por las circunstancias, el entorno, las personas y la diversidad cultural.
(1,2)
¿Se puede llevar a la realidad
esta expresión o es algo más bien utópico? Realizo esta pregunta con el fin de dilucidar
la realidad actual ya que esto involucra aspectos muy globalizados como la
cultura, la sociedad, la comunidad, la
fraternidad y las relaciones entre la persona, consigo mismo, con el resto y su entorno; estos
aspectos actualmente se encuentran encasillados y determinados de una manera tradicionalista y retrograda; son
las mismas que se están llevando a cabo hace muchísimos años y que claramente
no están dando buenos resultados.
Esto al relacionarlo con el tema
de la educación nos damos cuenta que no es solo un tema aislado de la educación
si no que involucra cada uno de los aspectos ya mencionados por lo que el poder
llevar a la realidad la expresión de un buen vivir significa un sinfín de
cambios tanto sociales como culturales lo cual a este paso se convierte en algo
más bien utópico.
La educación actual no está
permitiendo la comunicación ni la colaboración, tampoco nos permite
relacionarlos con el resto; la educación, la sociedad y la cultura nos está impulsando
a la individualización, a la repetición y al “no educarnos”. Esta referencia de no educarnos intenta
explicar que la educación no está cumpliendo con su objetivo, más bien está
impulsando a seguir las mismas tendencias actuales de la sociedad.
¿Estamos satisfaciendo las
necesidades fundamentales de la humanidad? Al parecer no; estamos satisfaciendo
nuevas necesidades creadas e impulsadas por una sociedad capitalista que está
dejando de lado las verdaderas necesidades humanas. Lo cual está generando
problemas a nuestra salud. Antiguamente muchas de las más famosas y repetidas
enfermedades actuales no existían y esto ocurre porque no estamos satisfaciendo
nuestras verdaderas necesidades y nos
estamos centrando en un estilo de vida individualista. Estrés, depresión,
problemas de aprendizaje, obesidad y muchas otras enfermedades son producto de
los estilos de vida actuales que claramente no buscan construir un buen vivir
sino que buscan solo sobrevivir lo cual esta evidenciado que no está dando ningún
resultado favorable sino que más bien está provocando un “increcimiento” social
y cultural.
Al hablar de buen vivir debemos
buscar como satisfacer nuestras necesidades fundamentales a partir de la
relación que tenemos con nosotros mismos con el resto y nuestro entorno. ¿Nos
estamos relacionando con el resto? ¿Nos estamos relacionando con el entorno?
Claramente hay una relación, pero esto no significa que sea favorable. El buen
vivir hace referencia a la armonía y equilibrio de estos aspectos y lo que
estamos haciendo es centrarnos en nosotros mismos y no buscar esta armonía. No
estamos colaborando con la colectividad ni al comunicación, tampoco estamos
colaborando con el cuidado de nuestro entorno, si no que estamos destruyendo
estas relaciones lo que contradice totalmente la expresión del buen vivir.
Para finalizar y seguir esta
reflexión dejo la siguiente pregunta:
¿Estamos construyendo o
destruyendo un buen vivir?
1. De
la cuadra F. Buen vivir: ¿Una auténtica alternativa post-capitalista? Revista
Latinoamérica Polis [En línea, Publicado el 18 mayo 2015.
2. Acosta
A. Martinez E. El buen vivir: Una vía para el desarrollo. Editorial Universidad
bolivariana, Santiago 2009.
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