domingo, 5 de julio de 2015

EL BUEN VIVIR: UNA PROPUESTA EN PERMANENTE DESTRUCCIÓN

EL BUEN VIVIR: UNA PROPUESTA EN PERMANENTE DESTRUCCIÓN



El buen vivir o Sumak kawsay proveniente  de la lengua Quechua, es una expresión de hace muchos años que representa la cosmovisión de pueblos altiplánicos.  El buen vivir hace referencia a una propuesta en donde el ser humano forma parte de un sistema que funciona en equilibrio tanto con la naturaleza como con otras personas,  buscando  lograr un equilibrio entre las necesidades fundamentales de la humanidad y los recursos disponibles para satisfacerlas. Es en los recursos disponibles en donde se pone hincapié, ya que el ser humano funciona en un entorno natural por lo que la destrucción de este entorno no significa un buen vivir sino que un daño para este equilibrio,  por lo que se debe buscar una armonía tanto consigo mismo, con otras personas y con el entorno.
El buen vivir no pertenece o se basa en un grupo  o sector social si no que es un término para la generalización y la especificación de cada grupo, comunidad o sociedad. Es aquí donde se habla de una propuesta en permanente construcción ya que parte de la idea de una diversidad cultural y social la cual se enriquece a partir de la fraternidad,  las relaciones entre la persona, la comunidad y el entorno buscando la armonía en la convivencia y formas de vivir en la cotidianidad. Actualmente esta propuesta de construcción permanente está siendo más bien destruida ya que la sociedad actual no está buscando el  buen vivir si no que busca el crecimiento individual, la capitalización, el consumo y la competencia.
Es cierto que en toda cultura o sociedad existen diferencias, conflictos o discusiones y el buen vivir no niega esta existencia si no que plantea que pueden ser superados estos obstáculos por medio de la colectividad, fraternidad, cooperación y  compromiso individual y grupal.
No podemos definir de una sola manera el buen vivir ya que no es una expresión que pueda ser encasillada en una definición sino que es algo mucho más amplio y variado que está determinado por las circunstancias, el entorno, las personas y la diversidad cultural. (1,2)
¿Se puede llevar a la realidad esta expresión o es algo más bien utópico? Realizo esta pregunta con el fin de dilucidar la realidad actual ya que esto involucra aspectos muy globalizados como la cultura, la sociedad, la comunidad,  la fraternidad y las relaciones entre la persona,  consigo mismo, con el resto y su entorno; estos aspectos actualmente se encuentran encasillados y determinados de  una manera tradicionalista y retrograda; son las mismas que se están llevando a cabo hace muchísimos años y que claramente no están dando buenos resultados.
Esto al relacionarlo con el tema de la educación nos damos cuenta que no es solo un tema aislado de la educación si no que involucra cada uno de los aspectos ya mencionados por lo que el poder llevar a la realidad la expresión de un buen vivir significa un sinfín de cambios tanto sociales como culturales lo cual a este paso se convierte en algo más bien utópico.
La educación actual no está permitiendo la comunicación ni la colaboración, tampoco nos permite relacionarlos con el resto; la educación, la sociedad y la cultura nos está impulsando a la individualización, a la repetición y al “no educarnos”.  Esta referencia de no educarnos intenta explicar que la educación no está cumpliendo con su objetivo, más bien está impulsando a seguir las mismas tendencias actuales de la sociedad.
¿Estamos satisfaciendo las necesidades fundamentales de la humanidad? Al parecer no; estamos satisfaciendo nuevas necesidades creadas e impulsadas por una sociedad capitalista que está dejando de lado las verdaderas necesidades humanas. Lo cual está generando problemas a nuestra salud. Antiguamente muchas de las más famosas y repetidas enfermedades actuales no existían y esto ocurre porque no estamos satisfaciendo nuestras verdaderas necesidades  y nos estamos centrando en un estilo de vida individualista. Estrés, depresión, problemas de aprendizaje, obesidad y muchas otras enfermedades son producto de los estilos de vida actuales que claramente no buscan construir un buen vivir sino que buscan solo sobrevivir lo cual esta evidenciado que no está dando ningún resultado favorable sino que más bien está provocando un “increcimiento” social y cultural.
Al hablar de buen vivir debemos buscar como satisfacer nuestras necesidades fundamentales a partir de la relación que tenemos con nosotros mismos con el resto y nuestro entorno. ¿Nos estamos relacionando con el resto? ¿Nos estamos relacionando con el entorno? Claramente hay una relación, pero esto no significa que sea favorable. El buen vivir hace referencia a la armonía y equilibrio de estos aspectos y lo que estamos haciendo es centrarnos en nosotros mismos y no buscar esta armonía. No estamos colaborando con la colectividad ni al comunicación, tampoco estamos colaborando con el cuidado de nuestro entorno, si no que estamos destruyendo estas relaciones lo que contradice totalmente la expresión del buen vivir.

Para finalizar y seguir esta reflexión dejo la siguiente pregunta:
¿Estamos construyendo o destruyendo un buen vivir?




1.       De la cuadra F. Buen vivir: ¿Una auténtica alternativa post-capitalista? Revista Latinoamérica Polis [En línea, Publicado el 18 mayo 2015.
2.       Acosta A. Martinez E. El buen vivir: Una vía para el desarrollo. Editorial Universidad bolivariana, Santiago 2009.

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